jueves, 22 de diciembre de 2011

No sé qué ha cambiado.
Me siento como si hubiera pasado mucho tiempo bajo el agua, hasta que no tuviera ni gota de oxígeno, y por fin tengo fuerzas para coger impulso y salir a la superficie. Esa tranquilidad, esa calma, esa felicidad. Esa seguridad que te recorre el pecho, anclándote al mundo.
Me gusta esta sensación. Puede que solo sea madurez. No lo sé, ni me importa. 


martes, 20 de diciembre de 2011

and the long-awaited moment arrives

Tan solo 4 días para Nochebuena, y lo que es aun mejor, vacaciones. Se acabó el estrés de los exámenes. Ahora toca abrir regalos y salir de fiesta.




Qué difícil es a veces ver esa luz al final del túnel. Tener la esperanza de que todo cambie.  Escuchar esa vocecita con buenas noticias en un rincón de tu cabeza, o encima de tu hombro.
Dicen que el tiempo lo cura todo, pero yo no lo creo. Creo que lo que cambia realmente es nuestra visión del problema. Al principio somos ciegos de la incertidumbre, y no vemos más que lo que queremos o necesitamos ver. Pero llega esa luz al final del túnel. Claro que llega, porque no nos queda más remedio que seguir adelante.
Y puede que duela, a cada paso del camino, pero después de ciertos viajes aprendes a caminar descalzo.


Ya queda poquito, así que ¡FELIZ NAVIDAD!

viernes, 9 de diciembre de 2011

después de tanto tiempo sin tiempo

¿Por qué será que cuando más queremos olvidar algo, antes lo recordamos? Una vez oí que es como las olas del mar. Todo lo que pretendamos que se lleve la corriente, antes estará en la orilla. Y es que lo más complicado no es olvidarlo, es que deje de doler. Sacarlo de la cabeza es difícil, pero más es sacarlo del corazón. Lo fácil que es implicarse y tan complicado seguir adelante con tu vida. Congelado pero vivo.



VA POR TI, V