Nunca me gustaron las cosas difíciles. Siempre por camino seguro y conocido. Hasta que aprendí que por mucho que quieras las cosas, si no te esfuerzas no las vas a lograr. Es cierto eso de que quien se esfuerza obtiene lo que se merece.
Puede que haya destino y cosas predeterminadas; puede que haya acciones marcadas en nuestra piel desde antes de nacer; incluso, puede que una fuerza sobrehumana rija nuestros actos. Quién sabe. Lo que si se es que habrá muchas piedras en el camino y hay que esforzarse en aprender a esquivarlas saltarlas.
